lunes, 23 de abril de 2007

Capitulo 6

Tuffy leia un periodico local y la espada necrosolaris se encontraba levitando arriba de su cabeza,emitiendo una energia amarilla que por minutos se convertia en una intermitente luz dorada que cegaba a los que la miraban de cerca.
A su lado sentada en un viejo sofa de color negro,jugando con el craneo de un vampiro,estaba Shiracely Termopilas,pensando en la propuesta realizada por Diana Vampirofia.
Estaba bien claro que alguna banda criminal de shinfras estaba robando frecuentemente en las sucursales de la fabrica de autos Vampirofia,cuando vio imagenes tomadas por las camaras de vigilancia de los lugares robados,habia una imagen que le habia despertado curiosidad,el rostro macabro de lo que parecia una especie de esqueleto viviente que emitia una luz verde de sus huesos,una luz radioactiva muy potente.
Algun freak que habia nacido con una deformacion genetica en su ADN,era muy intimidante la forma en la que ese ser imperfecto miraba a las camaras de circuito cerrado.
Alguien debia saber algo sobre este ser mutado en el bajomundo de La Paz.Tal vez una sangrienta conversacion con algunos vampiros adolecentes,que generalmente eran los que estaban conectados con algunos crimenes y robos locales sin explicar,serviria para saber el pseudonimo o la identidad de aquel extraño ser.
Shiracely pensaba en que habia decidido acabar con los robos para dejar a un lado el monotono trabajo diario de asesinar vampiros agresivos.
Tal vez seria una especie de cambio de actividades muy necesaria para alguien con tanta adrenalina imposible de controlar.
Tuffy dejo el periodico sobre la mesa,bebio un poco de la taza de te de coca que habia preparado un aprendiz de vampire slayer.
Levantando su mano izquierda agarro su espada y mirando indiferente a Shiracely se dirigio hacia la puerta.
-Se que cuando comienzas a jugar con craneos de vampiros tienes pensado realizar alguna cosa muy emocionante.
-Asi es.Disculpa no voy a poder acompañarte en tus rondas nocturnas hoy,tengo otros planes para esta noche.
Contesto Shiracely colocando el craneo en sus rodillas y sonriendo maliciosamente.

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